martes, 15 de noviembre de 2016

Deseando la Sabiduría

Hoy, fiesta de san Alberto Magno, la liturgia nos propone una lectura del libro de la Sabiduría (6,18-21. 32-37) que se puede aplicar muy bien a este santo. Y es que el maestro de Tomás de Aquino buscó a Dios en todas las cosas y lo descubrió en ellas armonizando perfectamente las ciencias humanas con la ciencia de Dios.

Pues bien, tú y yo estamos llamados a lo mismo: a aspirar al conocimiento de Dios; a buscarlo sin descanso en todo lo humano porque Él se revela ahí y en todo ha dejado Su huella para que, si verdaderamente lo buscamos, nos encontremos con Él.

Esta búsqueda y este encuentro están guiados por la Sabiduría, don de Dios, que acude si se la llama y viene si se la desea. Es Ella la que nos enseña Quién es Dios y, al ir descubriendo Su rostro ante nosotros, hace aumentar nuestro amor hacia Él dándonos a pregustar la vida eterna de la que ya disfrutamos. Porque esta vida consiste en conocer y amar a Dios cada día un poco más; cada vez un poco mejor.

Basta con querer, con pedirlo al Señor con toda el alma, con frecuentar Su trato, para que sea Él mismo Quien afirme nuestro corazón y nos dé la Sabiduría que deseamos. A Él Le pido, por intercesión de san Alberto, que la deseemos de verdad y nos dispongamos a recibirla de Quien sí que está deseando dárnosla.