domingo, 20 de noviembre de 2016

Con Él en el Paraíso

Hoy, solemnidad de Cristo Rey, es un buen día para meditar en qué consiste el reinado del Señor y desear con toda el alma que sea Él el único que reine en nosotros.

Orígenes nos da una pista para empezar a cooperar con la instauración de ese reinado en nuestra vida: procurar escapar del sometimiento al reinado del pecado. ¿Cómo hacer esto cuando luchar contra el mal supera nuestras fuerzas? El mismo autor apunta una verdad consoladora que llena nuestro corazón de esperanza: nuestros enemigos son los enemigos del Señor y Él, que ya reina en ti y en mí y se pasea por nuestro interior como por un paraíso, no dejará de pelear junto a nosotros y en nuestro favor -realmente es Él el que hace la guerra a los que nos la hacen- hasta someter bajo Su poder a todos esos enemigos interiores que quieren impedir que Cristo reine en ti y en mí.

Vamos a pedir hoy al Padre que venga a nosotros Su reino sabiendo que, cuando pedimos esto, estamos pidiendo que sea el Señor Quien aniquile a esos que nos hacen la guerra; sabiendo que, si nosotros queremos, la batalla está ganada porque Quien pelea es Aquel que ya ha vencido al mundo. 

Sí, esperemos paciente y humildemente la victoria del Señor sobre nuestros enemigos interiores presentándonos a Él con nuestra pobreza e impotencia para luchar y vencer. No dudes que el que ya está en Su reino -que eres tú, que soy yo-, nos prometerá lo que prometió al buen ladrón: "Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso" (Lc 23,43).