martes, 20 de septiembre de 2016

Una acequia en manos de Dios

La lectura del libro de los Proverbios que la liturgia nos propone hoy (21,1-6. 10.13) comienza así: "El corazón del rey es una acequia en manos de Dios: la dirige adonde quiere".

Pensaba que es ésta una bellísima imagen de lo que Jesús nos dice en el Evangelio (Lc 8,19-21): somos de sus íntimos, su madre y sus hermanos, si escuchamos Su Palabra y la ponemos por obra. Esto es vivir en la voluntad del Padre; esto es caminar en dirección a la plenitud que el Señor nos ha alcanzado con Su Vida, Muerte y Resurrección.


Ojalá que tú y yo seamos esa acequia en manos de Dios cargada de agua limpia y vivificante que, por estar en Sus manos escuchando Su Palabra y dejando que Ella tome posesión de nosotros, caminamos hacia la Vida y llevamos a los demás esa Vida que es Jesús mismo.