sábado, 17 de septiembre de 2016

Prueba y verás...

Hoy Jesús nos propone meditar la parábola del sembrador (Lc 8,4-5). Lo imagino esperando a que Le digamos que deseamos con toda nuestra alma ser tierra buena. Sí, de esa que da fruto al ciento por uno. ¿Quién de nosotros no desea ser este tipo de tierra...?

¿Sabes? Puede que, si prestamos atención a Su voz que resuena con suavidad y decisión dentro de nosotros, Le escuchemos decirnos algo parecido esto: "Si eso es lo que quieres, déjame que cuide tu tierra, ábrete a la lluvia de mi Palabra acogiéndola con todo el amor de que seas capaz y procurando vivirla. Si haces esto, si me dejas actuar en ti, verás con asombro cómo tu tierra germina dando abundancia de frutos que alimentarán a muchos". Prueba a escucharLe en lo más profundo de ti y verás...