viernes, 23 de septiembre de 2016

Leyendo entre líneas

El Evangelio de hoy comienza presentándonos a Jesús orando en presencia de sus discípulos (Lc 9,18-22). Llegado un momento, parece que el Señor interrumpe su diálogo con el Padre para preguntar a sus íntimos qué dice la gente sobre Él. 

Sin embargo, esta interrupción es solo aparente porque el Señor nunca deja de estar en presencia del Padre, unido a Él en perfecta unidad. Por eso este detalle del Evangelio puede darnos pie para pensar que Jesús también escucha a Su Padre a través de los demás.

En tu vida y en la mía sucede lo mismo. A veces parece que el Señor guarda silencio... Sin embargo los demás demandan de nosotros atención y cuidados, nos piden favores concretos, nos buscan... Y es que a través de todo eso que nos solicitan el Señor nos hace llegar su voz indicándonos cuál es la misión específica que nos confía. Sí, nuestra vocación se va concretando en la dirección marcada por las necesidades que nuestros hermanos nos trasladan. Por eso leyendo entre líneas de estas necesidades descubriremos quiénes somos para Dios.