sábado, 31 de octubre de 2015

Una doble aceptación... que promete

La parábola de Jesús que hoy nos transmite Lucas en su evangelio (14,1. 7-11) nos habla de pasar por la humillación de los hombres para encontrarnos con el ensalzamiento de Dios.

Y dándole vueltas a este evangelio pensaba que con la humillación es Jesús quien se te entrega: forman un pack indivisible. Ojalá tú y yo sepamos descubrirLe en esa relegación que nos molesta y que empuja, en un primer momento, a la rebeldía. Porque todo eso que nos contraría, que nos hace sentirnos ninguneados, relegados, apartados... es un modo que Jesús tiene de decirnos que nos quiere sólo para Él, desasidos de todo y de todos, total y absolutamente "desocupados". 

Sí, estoy convencida de que la vida plena se va alcanzando en un movimiento progresivo de continuo despojamiento. Nuestro papel en ese "proyecto plenificador" consiste simple y llanamente en dejarnos despojar, en primer lugar, de nosotros mismos. Y eso sólo se consigue sufriendo con paz que se te arrebate el primer puesto.

Ocupar el último puesto, no ser considerado ni valorado puede producir en nosotros desazón, incomodidad, rabia o incluso tristeza. Para contrarrestar todo esto te voy a contar al oído algo que he descubierto: nunca serás el último; el último puesto es de Jesús. Y, ¿sabes?, si te animas a aceptar ocupar ese que parece el último puesto pero que, en realidad, es el penúltimo; si de verdad das un paso al frente para abrazar lo que te coloca en él, aunque sea a regañadientes o con lágrimas, te encontrarás con Jesús. Porque, no lo olvides nunca, en ese lugar que es el último siempre, siempre, está el Señor.





viernes, 30 de octubre de 2015

La libertad del amor

Lucas nos relata hoy otra curación en sábado (Lc 14,1-6). Con ella se muestra como Señor de la Ley y del Sábado y nos enseña cómo comportarnos para ser libres con esa libertad gloriosa de los hijos de Dios que nos ganó con su vida, muerte y resurrección.

Los fariseos, encadenados a la letra de la Ley, se habían incapacitado para penetrar en su espíritu negándose la posibilidad de ver en Jesús a aquel que, no sólo no había venido a abolir la Ley, sino que lo había hecho para darle cumplimiento. 

Hoy el Espíritu Santo es el que se encarga de iluminar los ojos de nuestro corazón cuando meditamos la Sagrada Escritura haciendo de Ella algo actual y vivo que nos habla de parte de Dios y nos ayuda a ir creciendo en esa libertad que el Señor vino a traer a la tierra.

Pido para ti y para mí que no nos suceda como a esa parte del pueblo de Jesús que, pese a haber sido adoptado como hijo, tener la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas rechazó al Mesías liberador por no sumergirse en el espíritu que animaba y sigue animando esa Palabra viva de Dios portadora de sabiduría que es salvación aquí y ahora.






jueves, 29 de octubre de 2015

Una confianza con fundamento

En el evangelio de hoy (Lc 13,31-35) Jesús responde a los fariseos que le avisan de las intenciones de Herodes con una frase que nos recuerda hoy a ti y a mí que Él es el Señor de la Historia y de nuestra historia personal. Sí, Jesús terminará su misión cuando llegue la hora, ni un minuto antes.

Si creemos que está realmente vivo y que nada de lo nuestro escapa a su interés y cuidado, no tenemos porqué temer nada. Como nos recuerda San Pablo en su carta a los Romanos (8,31b-39) nada podrá separarnos del amor de Cristo que ha dado su vida por ti y por mí; que nos acompaña en cada paso de nuestra vida alentándonos en nuestros desalientos, alegrándose con nuestras alegrías, cuidándonos y envolviéndonos en su ternura, una ternura que, respetando nuestra libertad, nos ayuda a crecer y, por eso, a ser felices llegando a ser lo que realmente somos. 

Ojalá que hoy tú y yo estemos despiertos para descubrir los mil detalles de ternura que ha tenido y tendrá con nosotros a lo largo de la jornada. ¡¡¡Feliz día!!!




miércoles, 28 de octubre de 2015

La oración de Jesús

Hoy, día de San Simón y San Judas, Lucas nos presenta en su evangelio (6,12-19) a Jesús orando durante la noche anterior a la elección de los doce.

Así lo vemos en repetidas ocasiones antes de emprender sus correrías de predicación del Reino por los pueblos y ciudades de su tierra. Y así lo contemplamos durante esa noche oscura de Getsemaní, a pesar de la luna brillante que se dibuja entre los olivos, orando en medio de un sufrimiento terrible antes de su pasión.

Y tú y yo, que hemos sido creados según ese modelo que es el Señor y que estamos llamados a dejarnos hacer para que su imagen sea cincelada en nosotros por la acción del Espíritu, ¿cuántas veces nos paramos a orar antes de las pequeñas y grandes decisiones de nuestra vida?

Hoy pido para ti y para mí la actitud de apertura que nos permita recibir la oración que el Padre quiere darnos. Porque la oración no se hace, se recibe porque es un don. Como es el Espíritu Santo el que gime en nuestro interior con gemidos inenarrables pidiendo lo que nos conviene -porque nosotros no siempre lo sabemos-, pienso que, de momento, basta con hacer silencio en la presencia de Dios para unirnos a esos gemidos sabiendo que, pase lo que pase en nuestra vida, todo, absolutamente todo es para nuestro bien.



martes, 27 de octubre de 2015

Jugando en Su Presencia

Hace unos días recibimos una carta de un dominico en la que se nos recordaba una verdad honda envuelta en un ropaje de una belleza entrañable. Desde entonces guardo en el corazón unos párrafos que me están acompañando a la espera de poder compartirlos. Me parece que ha llegado el momento...

"La vida es como un juego de niños", decía este fraile. "Construir y destruir componiendo con las mismas piezas diversos castillos de fantasía". Sí, la vida es un juego en el que nosotros, niños todos a los ojos de Dios, jugamos a hacer cosas importantes -¡eso creemos!-, a ser eficaces y eficientes o, al menos, a procurarlo en todo lo que hacemos, a ser muy productivos... ¡los mejores en lo nuestro! Y, con recta intención, hemos trasladado estos criterios a nuestra vida espiritual. Ni siquiera la vida religiosa ha conseguido escapar de ellos...

Pero este dominico mayor que ha vivido mucho, mucho, nos daba una lección que, espero, no se me olvide nunca porque recoge una gran verdad. Porque, ¿es acaso tan importante lo que hacemos si "jugamos" a verlo con los ojos de Dios desde la eternidad? Seguía diciendo la carta que no importa a lo que juguemos, que "jugamos a jugar, sin pensar que lo que hacemos sea definitivo, ni sea una maravilla, pero sirve para jugar, que es lo importante". ¿No te parece que este pensamiento, expresado en estas palabras tan bonitas, destila sabiduría por todos sus poros?

Y esta mañana -en realidad vengo dándole vueltas desde ayer-, al coger el evangelio del día (Lc 13,18-21) y encontrarme con las comparaciones de Jesús hablando del Reino, he recordado esta carta de la mano de la semilla de mostaza y de la levadura que una mujer emplea para amasar pan. Cosas tan pequeñas, tan insignificantes, que por "dejarse hacer" se convierten en cobijo y alimento. 

No hace falta hacer nada importante, ni útil; ni serlo, ni que nos reconozcan. Basta con jugar a lo que queramos, a eso que a cada uno hace feliz, sabiendo que es Jesús quien dirige y manda en el juego. Sólo Él dará a este juego de niños que es la vida de cada uno, un valor infinito convirtiendo nuestro juego en algo grande a sus ojos. Lo único que hace falta, al menos así me lo parece, es no perder de vista que jugamos sin darnos demasiada importancia, riéndonos de nuestras niñerías y de las de los demás. Sin olvidarnos de decirle que aquello a lo que en verdad aspiramos es a amarlo con toda nuestra alma. Y sabiendo que Él no sólo juega con nosotros, sino que nos contempla con orgullo de Padre, Esposo, Hermano mayor y Amigo acogiendo con ternura entrañable nuestras niñerías y nuestras ínfulas de personas importantes y eficaces.



lunes, 26 de octubre de 2015

Jesús se adelanta

Nos cuenta hoy san Lucas (13,10-17) la curación de una mujer encorvada mientras Jesús predicaba un sábado en una sinagoga.


El relato tiene una variante fundamental con el que leíamos ayer: Bartimeo tomó la iniciativa para ser curado de su ceguera y su fe le devolvió la vista; la mujer encorvada no pidió nada. Fue vista por Jesús y llamada por Él para escuchar de sus labios un "mujer, quedas libre de tu enfermedad".


Imagino su sorpresa: quizá ni se le había pasado por la cabeza pedir su curación; quizá sí, pero algo la frenaba. ¿Vergüenza? ¿Respetos humanos? También Jesús vio esto, como vio el sufrimiento prolongado de la larga enfermedad que la fue recluyendo y marginando... Jesús la vio y actuó.

¡Qué difícil nos resulta a veces verbalizar lo que nos sucede! ¡Cuánto nos cuesta sufrir las limitaciones impuestas por una enfermedad o una situación cualquiera! Y es que es duro asumir la propia debilidad.

Me sale proponerte algo: perseverar en esa circunstancia desagradable resistiendo a la tentación de la rebeldía o pidiendo perdón cuando nos rebelemos. Vamos a intentar vivirla con paz sin escondernos de la mirada de Jesús. Él nos liberará de eso que nos mantiene inclinados hacia el suelo. Jesús se encargará de enderezarnos para que podamos leer eso que nos hace sufrir con los ojos puestos en Él.


domingo, 25 de octubre de 2015

Pedir fiados en el poder de Dios

El evangelio de hoy (Mc 14,46-52) nos relata el encuentro entrañable de Jesús con Bartimeo, el ciego de Jericó.

Este hombre, valiente, no se arredró ante las protestas de quienes pretendían hacerle callar cuando llamaba en su desolación al Maestro. Nos cuenta el evangelista que, no sólo no calló, sino que gritaba aún más fuerte para hacerse oír por Jesús. ¡¡¡Es tanta su necesidad de recobrar la vista!!!

Su oración, "Hijo de David, ten compasión de mí", es modelo de oración suplicante. Su perseverancia detuvo los pasos del Señor y su fe logró la curación con la que había soñado durante toda su vida.

Estoy pensando mucho hoy en la fe de Bartimeo. Y, por contraste... ¡descubro que la mía es tan pobre! ¿Sabes, por eso mismo, lo que estoy pidiendo hoy a Jesús al escuchar su voz serena y dulce preguntándome qué es lo que quiero que haga por mí? Le estoy diciendo: "Señor, cúrame de eso que sabes que necesito sanar para seguirte por el camino como hizo el hijo de Timeo. Pero, como no me puedes curar por mi fe, tan raquítica y tan pobre, cúrame por tu poder y el amor que me tienes". A lo mejor son figuraciones mías, pero te aseguro que ahora mismo, mientras escribo, estoy viendo la sonrisa amplia, resplandeciente, radiante de Jesús que se vuelca sobre mí envolviéndome en su luz. Ojalá que en esta tarde de Domingo te dejes iluminar por esa sonrisa divina.



sábado, 24 de octubre de 2015

El mejor viñador

Hoy nos cuenta Jesús una parábola que llena nuestro corazón de esperanza y alegría (Lc 13,1-9). Porque esta higuera de la que nos habla el Señor no daba fruto, pero contaba con la pericia, el cuidado y el cariño de un viñador dispuesto a trabajar con diligencia en ella para hacerla producir y evitar así que fuera arrancada.


Puede que mirando a nuestra vida la veamos baldía. El desánimo amenaza con hacer presa en nosotros cuando no recogemos el fruto esperado y nos parece estar arando en el mar. En esos momentos bajos presta atención a Jesús. Lo escucharás abogando por ti, pidiendo aplazamientos para dedicarse por entero a "cultivarte" garantizando así el fruto. Además, ¿quién sabe? Probablemente estés dando fruto aunque tú no lo sepas. Y, por eso, Jesús te poda para que des más... Siempre más...


Fíate de Él; abandónate al abrigo de su cuidado dejándote purificar por la oscuridad de esos momentos dolorosos y espera el mejor de los finales. Porque no hay higuera que se resista al mejor de los Viñadores. 


viernes, 23 de octubre de 2015

La verdadera sabiduría

¡¡¡Cuántas cosas sabemos y qué lejos estamos, a veces, de saber las realmente importantes!!! Me parece entender que es esto lo que quiere decirnos Jesús en el evangelio de hoy (Lc 12,54-59).

Estoy convencida de que lo fundamental para nosotros es establecer y cuidar esa relación de intimidad con el Señor para la que fuimos creados y hacer girar todo lo demás de nuestra vida en torno a ella. Sé -no me preguntes porqué- que teniendo centrado lo fundamental todo adquirirá sus dimensiones exactas y ocupará el lugar que le corresponde.

El centro es, o debe ser, Jesús que se hace "asequible" a nuestra pobreza en la Eucaristía y en la Sagrada Escritura. Sí, Jesús Pan y Palabra, se convierte en alimento para el camino. 

A Él le pido hoy que tú y yo seamos capaces de descubrir en Él y junto a Él la verdadera sabiduría. Así sabremos juzgar por nosotros mismos lo que debemos hacer en cada momento. El auxilio de su Espíritu no nos faltará en esta empresa. Podemos estar seguros.



jueves, 22 de octubre de 2015

El fuego del Espíritu

Jesús nos habla en el evangelio de hoy (Lc 12,49-53) de ese fuego que ha venido a traer a la tierra... Al leer esto no he podido evitar acordarme del pasaje de los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) en el aquellos dos que se encontraron con el Maestro cuando pretendían "replegarse" recuperando su vida anterior tras el "fracaso" de la cruz, se preguntan cuando Jesús desaparece de su vista por el fuego que sentían en su interior mientras Él les explicaba las Escrituras.

Ese fuego es el Espíritu Santo que Dios ha derramado en nuestros corazones; el mismo que hoy nos explica a ti y a mí las Escrituras y que hace arder nuestro corazón porque Él, que es Fuego de Dios, lo habita. 

Ojalá que nos dejemos purificar por Él; que nos dejemos conducir y calentar permitiendoLe hacer nuevas todas las cosas cada día para ti y para mí al fecundar nuestro corazón con la Palabra que da vida, esa Palabra en y por la que fuimos creados, en la que somos, vivimos y existimos aunque no nos demos cuenta.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Dones recibidos para dar y darse

El evangelio de hoy (Lc 12,39-48) es una invitación a bucear en lo más íntimo de nosotros mismos para encontrar esos tesoros que hemos recibido para ponerlos al servicio de los demás. Sí, el Señor ha querido darnos unos dones para procurar con ellos el crecimiento de aquellos que ha querido encomendar a nuestro cuidado. 

Ojalá que el miedo a lo que se nos pedirá en relación a lo que se nos ha dado no nos paralice egoístamente; ojalá que al descubrir todo eso que se nos ha regalado en pura gratuidad sepamos emplearlo en bien de los demás con generosidad dando a manos llenas lo que gratis hemos recibido.

Sumérgete hoy en las profundidades de tu ser para descubrir, envuelta en silencio, esa Presencia que te habita y que te ayudará a conocerte y reconocer todos los dones que te ha dado ofreciéndote también Su gracia para que los pongas a producir. 



martes, 20 de octubre de 2015

¿Estás dispuesto para abrirLe tu puerta?

Jesús nos anima en el evangelio de hoy (Lc 12,35-38) a estar vigilantes, en estado de espera atenta, para descubrir Su Presencia en cada persona y cada acontecimiento del día que ahora comenzamos.

Puedes estar seguro de que el Maestro, que es la Palabra, te hablará a través de ese detalle que pasará inadvertido para unos ojos despistados; en esa persona que se te acerca; en esa noticia que escuchas; en la naturaleza que te rodea o en el asfalto por el que caminas. Todo te hablará de Él si estás atento porque es la Palabra por Quien fue hecho todo y que mantiene todo en la existencia...

Estate atento y, en cuanto llame a tu puerta, ábrele... ¿Cómo girar el pomo? Escuchando al que sólo busca de ti escucha; hablando a quien espera de ti una palabra; creciendo en paciencia ante esa cosa inesperada que te descoloca; tratando con dulzura y delicadeza a todos y todo. Así estarás atento y, al descubrir a Jesús en cada uno, en cada cosa, podrás abrirLe tu puerta para que entre... hasta la cocina!; así mantendrás tu lámpara encendida alimentándola con el aceite de la caridad. ¡¡¡Feliz día de espera!!! ¡¡¡Feliz día de vela amorosa!!!



lunes, 19 de octubre de 2015

Ser ricos ante Dios

Jesús nos invita hoy a despojarnos de las "riquezas" que nos empobrecen y estorban para ser ricos ante Dios (Lc 12,13-21). 

A raíz de las palabras del Maestro me imaginaba que cada uno somos como una suerte de bloque de piedra sobre el que Él va cincelando la imagen que realmente cada uno es y que ha sido sepultada bajo infinidad de adherencias que la han desfigurado. Y pensaba que la vida espiritual consiste, realmente, en quitar lo que estorba no en poner nada. Porque todo nos ha sido dado desde el principio con el bautismo: con la filiación divina se nos entregó la herencia paterna.

Dios nos ha prometido hacernos hijos en su Hijo porque de hecho ya lo somos verdaderamente. Y su gloria, nos lo recuerda Pablo en la primera lectura (Rm 4,20-25), consiste en que confiemos plenamente en que Él es capaz de hacer lo que promete.

¡¡¡Ánimo!!! Que si le dejamos su sueño sobre cada uno de nosotros se verá cumplido. Que el Espíritu nos dé la docilidad que necesitamos para dejarlo hacer. Porque los golpes de cincel y martillo duelen, pero sacarán de ti y de mí la imagen del Hijo que vive ya oculta en nuestro interior.



domingo, 18 de octubre de 2015

La petición adecuada...

No sabemos lo que pedimos... Esto nos dice a ti y a mí Jesús en el evangelio proclamado en la Misa de hoy (Mc 10, 35-45). No sabemos lo que pedimos porque, aunque llevamos mucho tiempo intentando seguir de cerca al Maestro, aún no nos hemos enterado de que su Reino no es de este mundo, o lo que es lo mismo, su triunfo no coincide, para nada, con lo que entendemos por tal en el lenguaje  mundano porque se sale de las categorías manejadas en el contexto de lo que comúnmente se entiende por éxito.

Sí, el triunfo de Jesús queda manifiesto en el mayor acto de fracaso jamás imaginado: su muerte ignominiosa, el abandono de los suyos, la soledad más absoluta vivida en un puro e intenso acto de abandono en las manos del Padre a Quien no siente, ni ve, ni escucha, en el momento álgido de una entrega llevada hasta el extremo. Jesús reina doliente, sufriente, abandonado; Jesús reina desde el patíbulo vergonzoso y vergonzante de la cruz, la muerte reservada a los de peor calaña. ¿Cabe fracaso mayor?

Por eso no sabemos lo que pedimos cuando solicitamos de Él que las cosas nos vayan no bien sino mejor todavía; cuando acudimos a su poder como si fuera un "arreglatodo" infalible. ¡¡¡Qué tristeza tuvo que sentir Jesús ante la petición de sus discípulos!!! ¡¡¡Cómo debió hundirse al escuchar sus conversaciones acerca de quién sería el primero!!! ¡¡¡Qué punzada de dolor debió experimentar su Corazón delicadamente sensible y puro al sentirse rodeado por la ambición de los suyos!!! ¿No sientes su ahogo, su angustia, al imaginarte la escena...?

Vamos a evitar tú y yo afligir al Señor como lo afligieron entonces sus más íntimos. Vamos a dejar de pedir para permitir al Espíritu pedir en nosotros lo que nos conviene: la fortaleza, la serenidad y la paz para sufrir como el Maestro; la capacidad de servir entregándonos callada y eficazmente sin buscar el aplauso de los que nos rodean; el don de dar sin esperar nada a cambio; el regalo de desaparecer cuando hayamos cumplido nuestra misión para buscar únicamente Su sonrisa en el silencio y la soledad; el deseo ardiente de actuar y vivir sólo para ser su consuelo, su refugio, su alegría... 

Ojalá tú y yo aprendamos a vivir cada día entregándonos a Él por los demás con el único fin de que los demás Le descubran y Le conozcan. Ojalá aprendamos del Siervo de Yavhé a dejarnos purificar por los sufrimientos grandes o pequeños que la vida nos depare de modo que se cumpla en nosotros la promesa que el Señor hace por boca de Isaías (53,10-11): ver a los que nos sucederán siguiendo los caminos del Señor; contemplar en nuestra propia vida cómo prospera por nuestras manos lo que el Señor quiere; recibir el golpe del cincel en nuestra alma, labrada en y por las dificultades cotidianas, en la esperanza de ver y de hartarnos...; vivir la alegría de acompañar al Señor corredimiendo a tantos hermanos necesitados de redención... 

Que el Espíritu Santo nos asista en este empeño sosteniendo nuestro deseo y haciéndolo crecer a medida que crece en nuestros corazones el amor a Jesús, Señor y Maestro de entrega y de servicio. Porque después de la muerte nos espera la resurrección... ¡¡¡Feliz día del Señor!!!




sábado, 17 de octubre de 2015

Esperar contra toda esperanza

Es emocionante leer lo que hoy nos dice San Pablo de parte de Dios en la carta a los Romanos (4,13. 16-18). Te animo a que saborees esta lectura pidiendo al Espíritu Santo su luz...

Después de recordarnos que la promesa de heredar el mundo que Dios hace a Abrahán fue obtenida por el Padre de los creyentes no por su observancia de la ley sino por su fe, el Apóstol vuelve a decirnos que todo es gracia porque todo depende de la fe.

Fe, esperanza y amor van íntimamente unidos: el regalo de creer lleva consigo esa confianza en Dios que te ayuda a vivir todo en su paz, aún lo que más duele...; y quien confía espera en la certeza de que todo terminará bien porque sabe que aquel regalo vino de Quien más lo quiere: ese Dios, Padre misericordioso, puso parte de su amor en el don para hacer capaz al que lo recibiera de esperar en Él y de amarlo cada día más.

Abrahán creyó y porque creyó esperó contra toda esperanza que la promesa que Dios le había hecho se cumpliría. Hoy Jesús sigue prometiéndonos vida abundante a través de Su Palabra. Que la Virgen, la mujer que más amó, que con más firmeza creyó y que supo esperar cuando parecía que todo se venía abajo nos alcance del Cielo una esperanza luminosa y serena que nos haga navegar, aún en medio de las tempestades, con los ojos fijos en el abrazo de su Hijo que nos espera después de cada una de las travesías de nuestra vida. ¡¡¡Feliz día de sábado!!!



viernes, 16 de octubre de 2015

Una verdad que nos supera

La Palabra de Dios nos recuerda hoy que su amor es del todo gratuito. Sí, Dios te ama a fondo perdido, de manera incondicional. Para convencerte de esta verdad basta con mirar y escuchar a Jesús: el Dios hecho hombre que se encarna para revelarnos el proyecto de amor que la Trinidad tiene para todo lo creado y, en especial, para el ser humano. Y es que Dios nos ha creado a ti y a mí para establecer con nosotros una relación de intimidad que nos irá haciendo caer en la cuenta de quiénes somos y quiénes estamos llamados a ser... si consentimos en vivirla.

Este proyecto de amor, que pretende que alcancemos una plenitud que a duras penas podemos intuir, fue diseñado sin tener en cuenta nuestros méritos, nuestro buen comportamiento. De hecho el proyecto es mucho anterior a ti y a mí porque fue pensado en unas coordenadas que escapan a nuestro entendimiento y que hemos designado con el término inaprehensible de "eternidad".

Sí, Dios nos ha creado en un acto de magnanimidad inigualable y quiere y apuesta por tu plenitud, la mía y la de cada ser humano simplemente porque es bueno, porque es Amor. Y esto es tan grande, nos supera tanto, que nos resulta muy difícil de creer. De puro bonito es increíble, ¿no te parece? 

Te animo a que eches un vistazo a la la carta de San Pablo a los Romanos 4, 1-8 que nos propone hoy la liturgia y, después, escuches de los labios de Jesús cómo cuida su Padre de todo lo que ha salido de sus manos. No se contenta el Señor con comunicarnos esto; va más allá porque quiere que nos enteremos -¿seremos algún día capaces de hacernos cargo de esta realidad fundamental?- de lo que valemos a los ojos de Dios (Lc 12,1-7). Ojalá tú y yo nos creamos esto de verdad permitiendo que de nuestra cabeza baje a nuestro corazón. Así, creyendo "cordialmente", caminaremos por los caminos del Espíritu con el corazón ensanchado.



jueves, 15 de octubre de 2015

Acogiendo las enseñanzas del Maestro

Vamos a dar gracias a Jesús hoy porque se ha manifestado ante nuestros ojos dándoSe a conocer y nos ha dado a conocer al Padre; vamos a agradecerLe de corazón que nos haya hecho capaces de la Buena Noticia que vino a anunciar; vamos a decirLe un "gracias" con toda el alma por su providencia paciente contigo y conmigo que no se cansa de trabajarnos para hacernos cada vez más sencillos y, por eso, capaces de su amistad.


Sí, Jesús ha querido contar contigo y conmigo para hacernos sus confidentes. Así de fuerte suena esta verdad. ¿Dudas? ¿Qué mayor muestra de confianza podemos esperar de Él que la de regalarnos cada día su Palabra hablando a nuestro corazón y disponiéndolo para que la acojamos?

Busca a Jesús hoy procurándote un rato de silencio; piensa en Él; invócalo pronunciando su Dulce Nombre con amor, confianza, delicadeza... Y disfruta del trabajo que hace en lo más profundo de ti aunque no sientas, ni veas, ni constates nada. Estate seguro de que eres uno de esos sencillos a los que el Padre ha querido revelar sus secretos (Mt 11,25); para Él ya lo eres porque te ha elegido. Por eso sólo tienes que darLe las gracias y dejarte llevar... 






miércoles, 14 de octubre de 2015

Herederos de una inmensa fortuna

Es bueno, realmente bueno, que nos parezca no sólo difícil sino imposible vivir según el estilo que Jesús vino a inaugurar con su propia vida. Es buenísimo sentirnos impotentes frente a sus exigencias porque ésta es la forma que el Señor tiene de decirnos que todo corre de su cuenta, que este "negocio" le compete a Él. 

¿Entonces? Si todo es gracia, que lo es, ¿qué nos atañe a ti y a mí en esta historia? Sólo una cosa: dejar hacer a Jesús en la propia vida; abrirnos a la acción silenciosa pero constante y eficaz del Espíritu Santo que no para de actuar allá, en el hondón de nuestra propia alma; tomar posesión de la herencia que nos corresponde por pura gracia de Dios: un tesoro de bondad, tolerancia y paciencia que es de su propiedad (Rm 2,4) pero que está a nuestra entera disposición para hacernos capaces de su amor, para enseñarnos y ayudarnos a vivir cara a Él como receptáculos de la gracia que viene sobre nosotros a raudales por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.

Que el fuego, la luz, el consuelo y la fortaleza del Paráclito sean eficaces en ti y en mí porque los acojamos para volvernos hoy al Dios que nos ama y que nos da su amor para que vivamos siendo armonía en medio del ajetreo de la jornada.




martes, 13 de octubre de 2015

Una teología de ojos abiertos

La carta de San Pablo a los Romanos (1,16-25) nos recuerda hoy algo fundamental al tiempo que nos invita a tener una actitud atenta a todo lo que sucede dentro y fuera  de nosotros para descubrir a Dios en cada persona, en cada cosa, en cada acontecimiento. Porque lo que podemos conocer de Dios lo tenemos delante de nuestros ojos, está a nuestro alcance si despertamos de la modorra y penetramos en sus obras con nuestra mente.

Jesús, la Palabra por la que se ha hecho todo y en la que todo se mantiene, está esperándote a ti y a mí en cada persona, en cada cosa. Basta con prestar atención al Espíritu que, en lo más profundo de nuestro interior, nos indica cómo encontrarlo. El Señor nos da una pista en el evangelio de hoy (Lc 11,37-41): para descubrir a Dios en todo y en cada cosa tenemos que vaciarnos para quedar limpios... ¿Cómo hacer esto? Dando limosna de lo de dentro,  esto es, disponiéndonos a poner en juego a favor de los demás los dones que nos ha regalado. 

Vamos a pararnos unos minutos para considerar en su presencia todo eso que nos ha dado por pura gracia. Y vamos a dejarLe disponer de eso que es sólo suyo para que los demás puedan descubrir su Rostro en nosotros. Ofrece al que tienes cerca tu tiempo, tu sonrisa, tu consuelo; comparte con él tu alegría y también tu pena para que pueda darte él también a ti lo que Dios le ha dado antes. Porque, ¿hemos reparado tú y yo en que todo eso que consideramos propio no nos pertenece? Todo nos ha sido dado en la gratuidad para que gratis lo demos... 

¡¡¡Feliz día en Su Presencia!!! ¡¡¡Feliz búsqueda de la Palabra en todo y en cada cosa!!! Porque desde eso y a través de eso nos va a hablar hoy a ti y a mí.





lunes, 12 de octubre de 2015

¡¡¡Feliz día de la Virgen del Pilar!!!

Vamos a hacer hoy fiesta en torno a la Madre que nos sostiene y nos acompaña en el camino tras los pasos de su Hijo. Vamos a entonar cantos festivos en su honor como hicieron David y el pueblo de Israel en presencia del arca de la alianza (Crónicas, 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2) porque María, Nuestra Madre, es el Arca de la Nueva y Eterna Alianza por haber portado en su seno virginal al Señor que selló la Alianza definitiva de Dios con su pueblo.

Te animo a que, tal y como hicieron los seguidores de Jesús tras su marcha al Cielo (Hch 1,12.14), nos reunamos hoy en torno a María para que Ella nos enseñe a orar y acompañe nuestra oración ante el altar de Dios. Y te animo a que la piropees como aquel día hizo esa mujer del pueblo al escuchar y ver a su Hijo (Lc 11,27-28): bendita seas, María, por haber dicho "sí" haciendo posible que Dios fuera uno de los nuestros; bendita seas por haber dado al Verbo tu carne y tu sangre permitiendo que asumiera nuestra naturaleza; bendita seas por haber escuchado y cumplido la Palabra de Dios; benditas seas, Madre nuestra, y bendito sea el Fruto de tu vientre.




domingo, 11 de octubre de 2015

¡¡¡Merece la alegría!!!

El evangelio de Marcos nos cuenta hoy el encuentro de Jesús con ese hombre que, deseoso de vivir con más intensidad su relación con Dios, le pide consejo para hacerlo (Mc 10, 17-30). 

Conocemos la historia: este hombre no consigue posponer lo mucho que tiene a lo que, en principio, se le presenta como un modo de vivir incierto, carente de las seguridades y agarraderos a los que está acostumbrado. ¿Qué le sucedió para no encontrar en la mirada amorosa de Jesús, que se posaba discreta y suavemente sobre él, la fuerza para acoger la propuesta exigente del Maestro?

Te invito a que fijes tu mirada hoy en los ojos del Señor para buscar en ella no sólo lo que pide de ti, sino la fuerza y el coraje para responder positivamente a lo que solicita de tu amor. Y ten por seguro que aquello que Jesús te exige, sea lo que sea, te lo ha dado antes en esa mirada amorosa e inefable que, si quieres, será el motor que ponga en marcha tu vida por los derroteros de la entrega gozosa a sus planes sobre ti. ¡¡¡Sólo tienes que querer de verdad!!! 

Pide, como nos sugiere la lectura del libro de la Sabiduría que la Iglesia nos propone hoy (7, 7-11), la prudencia y el espíritu de sabiduría sabiendo que éste es el auténtico tesoro y que, comparado con él, el resto de lo que consideramos "riqueza", por mucha que nos parezca su valía, es nada. Esa sabiduría que viene de lo alto te guiará por los senderos del Espíritu en pos de Jesús. Te aseguro que merece la alegría dejar lo poco que tienes porque, por mucho que sea, es nada comparado con la intimidad que te ofrece el Maestro haciéndote partícipe de su propia vida. ¡¡¡Ánimo!!! ¡¡¡Te espera una aventura apasionante si te decides a dar el "sí"!!!





sábado, 10 de octubre de 2015

Una promesa que se cumple siempre

Jesús nos dice hoy que podemos ser igual de dichosos que su Madre si, como Ella, escuchamos la Palabra de Dios y la cumplimos (Lc 11,27-28) ¡¡¡Qué bueno es el Señor haciendo posible que esto se haga realidad en tu vida y en la mía!!! Sólo basta con quererlo; querer con toda el alma vivir de Él que es Palabra y Eucaristía. Basta con querer; Él se encarga del resto…


El profeta Joel (3,12-21) nos recuerda que el Señor nos protege porque somos su pueblo y que nos dará no sólo lo que necesitamos para vivir, sino mucho más: bienes espirituales y materiales que serán ocasión para ensanchar el corazón en una acción de gracias continua. Pero sin duda lo mejor es que Él mismo vendrá a habitar –ya lo hace- dentro de ti y de mí siendo nuestro alimento y nuestra delicia. Pido para ti y para mí que redescubramos esta verdad en el día que acabamos de estrenar cogidos de la mano de María, el Tabernáculo que acogió al Verbo dándoLe carne y sangre, haciendo posible que Dios fuera uno de nosotros. ¡¡¡Feliz sábado!!!





viernes, 9 de octubre de 2015

El deseo de darse del todo

Hoy el profeta Joel (1,13-15; 2,1-2) llama al llanto y al duelo porque falta en el templo del Señor ofrenda y libación.

Tú y yo podemos ofrecernos a Dios; derramarnos en su honor por medio de Jesucristo. Él es la única ofrenda agradable al Padre. Y Él es Quien toma tu pobreza y la mía asumiéndolas y haciendo de nuestro ofrecimiento algo valiosísimo en la medida en que pasa a formar parte del suyo propio. Y esto con sólo pedírselo dejando que nos tome de verdad...

Ya nos lo ha dicho Jesús en el evangelio: "El que no recoge conmigo, desparrama" (Lc 11,23). Pide al Espíritu Santo que unifique tu interior, que convierta tu caos informe en belleza armónica y agradable a Dios. Así tu vida y la mía se gastarán para honor y gloria Suya por Jesús, con Él y en Él; serán como incienso en Su Presencia, aroma agradable a Dios que hará sus delicias y las de aquellos que comparten su vida con nosotros. ¡¡¡Merece la alegría vivir así!!! ¡¡¡Merece la alegría vivir aspirando y deseando ser perfume, bálsamo, alegría y consuelo para los demás!!!




jueves, 8 de octubre de 2015

Un Padre que se da

En el evangelio de hoy Jesús nos anima a pedir, a buscar, a llamar (Lc 11,5-13). Y asegura categóricamente que si pedimos recibiremos, si buscamos encontraremos y si llamamos se nos abrirá. Sabemos que su palabra se cumple siempre. Por eso si dejamos de recibir, de encontrar y de ser acogidos es porque algo falla en nosotros mismos, no en Jesús.

El Señor te repite que eres hijo de Dios y que ese Padre bueno no se contenta con darte cosas buenas como tu padre de la tierra. Eso, que es mucho para nosotros, es poquísimo para Dios. Él no da cosas, ni sucedáneos. Se da Él mismo en Su Espíritu.

Te invito a pensar qué pides, qué buscas y qué puertas deseas que se te abran. Porque nada de lo pidas, por importante y necesario que pueda parecerte, es comparable al Espíritu Santo que te habita, te conduce, te recuerda todo lo que necesitas para ser feliz de verdad, te santifica haciéndote semejante a Jesús.


Te aseguro que si pides que actúe en tu vida; si buscas ser iluminado por su luz, consolado por su ternura, purificado y regado por su agua vivificante; si llamas a su puerta, te adentrarás en el misterio que es Dios y llegarás a ver todo desde sus ojos poniendo cada cosa en su justo lugar y, por eso mismo, dejándole a Él el primero, el único. Aunque al principio te pesen las renuncias no dudes en avanzar. Pronto, muy pronto, verás como no has dejado nada porque en Él encontrarás todo como jamás soñaste tenerlo… ¿Te animas?



miércoles, 7 de octubre de 2015

En lo más profundo...

Nos dice el Profeta Zacarías de parte de Dios que Él viene a habitar dentro de ti y de mí (Zacarías, 2,14-17).

Sí, del mismo modo que el Hijo tomó carne de María cuando Ella dio su consentimiento al plan de salvación de Dios para la humanidad, hoy la Palabra se gesta en tu interior y en el mío por la acción del Espíritu Santo si la acogemos guardándola en nuestro corazón, rumiándola en el silencio, considerándola el eje principal de nuestras vidas.

Que Nuestra Señora del Rosario nos conceda la gracia de contemplar los misterios de la Palabra que es su Hijo con sus mismos ojos; que Ella nos ayude a dejarnos hacer por el Espíritu según el querer de Dios; que sostenga nuestro frágil "sí" a esa voluntad de cuyo cumplimiento depende nuestra propia felicidad y la de tantos... ¡¡¡Feliz y santo día de Nuestra Madre!!!

martes, 6 de octubre de 2015

Dar gracias siempre

El libro del Deuteronomio (8,7-18) nos previene de algo: del olvido en el que podemos caer mientras disfrutamos de todo lo que el Señor nos regala cada día, a cada momento.

Sí, nada de lo que tenemos nos pertenece; hemos recibido todo de Dios para "usar" de cada cosa en aras a la consecución de nuestro único fin: la unión con Él.

Por su inmensa bondad somos sostenidos en la existencia cada segundo; hemos amanecido en el día de hoy; ahora mismo estamos respirando y tú leyendo y yo escribiendo... La lista ser haría interminable. Te invito hoy a que la completes en su presencia para dar gracias por todo lo que su liberalidad magnánima te ha regalado sin mérito alguno de tu parte; para que tu corazón se expanda en un gracias que llegue hasta lo más alto y hasta lo más hondo... ¡¡¡Feliz día de acción de gracias!!!



lunes, 5 de octubre de 2015

La misericordia de Dios

Jesús nos pide hoy a ti y a mí lo que aquel día pidió al letrado que le preguntó qué tenía que hacer para heredar la vida eterna (Lc 10, 25-37): que amemos a Dios por encima de todo y a los demás como a nosotros mismos.

Lo que el Señor cuenta en la parábola del buen samaritano es un reflejo de la misericordia del propio Dios que estamos llamados a imitar como hijos suyos que somos. Pero para amar así, haciéndonos cargo de las heridas del hermano para aliviar su sufrimiento con todos los recursos disponibles a nuestro alcance, es necesario haberse sentido antes amado por Dios de esta manera.

Te animo a que consideres cómo te ha tratado el Señor cuando ni siquiera te perdonabas a ti mismo; cómo te ha hecho sentir su amor misericordioso de Padre en mil detalles, sirviéndose de las personas que te rodean… Descubrir las caricias de Dios es paso imprescindible para poder acariciar al otro; descubrir lo mucho que te ama, condición necesaria para empezar a responder, en medio de tus propias debilidades, pecados y retrocesos y precisamente en ellos, a tanto amor…




domingo, 4 de octubre de 2015

La alegría de la sencillez

Hoy nos relata el evangelio la escena de esos niños que se acercan a Jesús a pesar del intento de los discípulos por mantenerlos alejados del Maestro (Mc 10,2-16). Parece que la respuesta del Señor a la pregunta de los suyos acerca de lo que acaba de explicar sobre la indisolubilidad del matrimonio es, precisamente, el elogio a la sencillez de los pequeños que le alegran con su presencia.

 Vamos a acercarnos también tú y yo hoy al Señor con la actitud del niño preguntándole todo lo que no entendamos de nuestra vida, de los que nos rodean, de lo que sucede a nuestro alrededor. Sentados sobre las rodillas de Jesús descubriremos que las cosas son mucho más sencillas de lo que las hacemos y disfrutaremos la alegría de la sencillez de la vida que el Señor nos propone y nos regala. ¡¡¡Feliz día de Domingo en Su Presencia!!! ¡¡¡Feliz retorno a la infancia!!!

sábado, 3 de octubre de 2015

Invitación a la alegría

Lucas nos relata la vuelta de los setenta y dos que fueron enviados por Jesús a predicar la llegada del Reino (Lc 10,17-24). Los discípulos regresan felices porque su misión ha sido un éxito. Jesús recibe esta alegría dando gracias, pero aprovecha la oportunidad para enfocar lo que, sin duda, ha sido desenfocado por efecto de la euforia que produce que todo salga según lo previsto.

Hoy el Señor hace contigo y conmigo lo que entonces hizo con los setenta y dos. Su llamada de atención nos ayuda a fundamentar nuestra alegría en aquello que en verdad la procura: la salvación que nos ha ganado sin ningún mérito de nuestra parte simplemente porque nos ama.

¡Cuántas veces estamos alegres porque creemos haber cubierto unas expectativas; porque hemos sido capaces de superarnos a nosotros mismos cumpliendo unos objetivos o alcanzando unas metas! Esa alegría acaba con el menor revés que nos devuelve a la dura realidad de nuestros límites; acaba porque carece de raíces, porque es superficial.


Tú y yo somos invitados hoy por Jesús a la verdadera alegría. Esa que procede de sabernos amados por Él de manera incondicional; una alegría auténtica porque procede no de mirarnos a nosotros mismos y al logro de lo que nos hace sentir bien, sino de contemplar a Jesús dejando que nos diga de mil maneras que, seamos como seamos y pase lo que pase, nos quiere con locura.




viernes, 2 de octubre de 2015

El Dios de las mediaciones...

Vamos a hacernos eco del lamento de Jesús por las ciudades que no han acogido su gracia (Lc 10,13-16). La tristeza del Señor ante los que no acogen su palabra puede servirnos de acicate para estar atentos a las llamadas que hoy dirigirá a cada uno de nosotros sirviéndose de mediaciones divinas y humanas.


Porque nuestro Dios es el Dios de las mediaciones y en su amor providencial por ti y por mí no se ha ahorrado ningún "recurso" para que nuestros pasos anden con firmeza por sus sendas; para que, cuando nos desviemos de la ruta marcada por su amor, no nos falte su auxilio para volver al camino que nos conduce a Él. 


Hoy, día de los santos Ángeles Custodios, es un buen momento para agradecer  al Señor su cuidado providente que ha destinado un ángel para que te conduzca por sus caminos. Hoy es un día estupendo para que estemos atentos a esa presencia amorosa que, sin duda, nos ayudará a descubrir también esas otras mediaciones que son cada una de las personas de las que Jesús se servirá para indicarnos el mejor modo de conducirnos aquí y ahora como hijos de Dios.


jueves, 1 de octubre de 2015

Camina con gozo

Escucha la voz bellísimamente sonora de Jesús que te dice: ¡¡¡ponte en camino!!! Y es que hoy se cumple para ti y para mí esta palabra de envío como entonces se verificó en aquellos setenta y dos a los que el Señor encargó el anuncio de la llegada de Su Reino (Lc 10, 1-12). 

Hoy, como entonces, no hace falta llevar equipaje. Sólo una cosa es necesaria: "No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza" (Nehemías 8,10). Jesús nos invita hoy a ti y a mí a caminar por sus sendas con gozo.

¿Dónde encontraremos ese gozo del que nos hablas, Señor? Pregúntaselo al Maestro. Él te hará descubrir la fuente de la que mana. Beber de ella te permitirá caminar hoy con Su alegría aún en medio de dificultades, escasez y peligros...

Puede que ese gozo esté en Su Palabra; en la Palabra que es Él mismo. Prueba y verás... Prueba a guardar esa Palabra que hoy te propone el Señor en el corazón; saboréala y disfruta comprobando su verdad y su eficacia. Ella se encargará de ensanchar tu corazón hasta límites insospechados. Entonces caminarás con agilidad y gozo los caminos que Jesús ha abierto para que te adentres en lo más profundo del Corazón de Dios.